Feliz cumpleaños, Julio Cortázar

Julio Florencio Cortázar Descotte nació en Bruselas el 26 de agosto de 1914. Su condición de argentino, sin embargo, se formó en sus primeros años y no en Bélgica, cuando su madre, hermana, tías y abuelas, quienes ayudaron a crear en él un amplio amor por su patria en una casita en Banfield. No sostuvo una relación fuerte con su padre, cuyo abandono le dejó sumamente marcado, basta darse cuenta, comentan algunos analistas de su obra, que en sus cuentos rara vez figura un padre como personaje. Tampoco tuvo hijos.

Julio Cortázar creció en medio de vicisitudes, como tantos escritores, para florecer (diría él, para ser un jardín) y ganarse un lugar más que justo en la historia de la literatura de Argentina.

Probablemente, junto con Jorge Luis Borges y Juan Carlos Onetti, sea Cortázar uno de los grandes reformadores del cuento provenientes de ese país sudamericano. Lo primero que hizo para sobresalir fue prepararse. Aprendió el idioma francés a la perfección (ayudado por su madre, mujer culta) cuentan, en menos de un año para poder viajar a la idílica Francia. Antes ya tenía la espina de la escritura, desde niño, cuando escribía novelas "malísimas, seguramente", según confiesa. Publicó un libro de poemas bajo el seudónimo de Julio Denis, mismo que le avergonzó después. Su popularidad le llegó ya entrada la adultez, siendo reconocido por figuras emblemáticas de la literatura latinoamericana como Mario Vargas Llosa (quien fue famoso antes por "La ciudad y los perros") o Gabriel García Márquez.

Hay que leer a Cortázar, siempre, estipulaba su amigo Vargas Llosa.

Ahora bien, una vez dada su popularidad no perdió su humildad ni cambió severamente su carácter. Siempre solitario, prefería una charla íntima y un buen vino (y whisky, su favorito) a ser acosado por la cada vez más creciente cifra de seguidores. Y así, en soledad, configuró una de las grandes novelas de todos los tiempos: Rayuela. Este libro que demuestra su experiencia personal al viajar de América a Francia, de conocer la dureza de la muerte, de comprometerse con una literatura culta, de abogar por el derecho que tenemos de vez en cuando para estar locos y finalmente, de buscar a nuestra "Maga" para que el amor nos realice. Por supuesto que la novela es algo compleja, pero podría decirse, es más bien una especie de laberinto, que podemos tomar incluso como juego, para adentrarnos en el universo que nos ha regalado es necesario volver, un poco, a la infancia.

Para entrarle a Cortázar es poco recomendable, pienso, leer su Rayuela. Recomendaría más iniciar por sus libros de cuentos, "Historias de Cronopios y Famas" que son divertidísimos o "Todos los fuegos el fuego", indicados para la reflexión. Una vez encaminado podemos leer con más conexión al argentino. Sus poemas son interesantes también, sus libros experimentales como el "Último Round" donde nos regala sus fotos, dibujos, sueños, son material necesario para conocerlo mejor.

Aficionado al box, a andar en bicicleta, al cigarrillo, a la belleza de Carol Dunlop (su última esposa), al amor, a los libros y a ser siempre auténtico. Podemos conocer su vida entera gracias a la transparencia que mostró en su actuar y en sus escritor. Amaba a México por cierto, donde según decía, "sólamente Suecia supera en número de cronopios". Ese era Cortázar, nuestro Cortázar, el de todos. Al que deseamos un feliz cumpleaños hoy y siempre.